No salió bien. Bruno Figueras, presidente de la inmobiliaria catalana Habitat, la quinta promotora española, arrojó la toalla y solicitó ayer el concurso voluntario de acreedores, la antigua suspensión de pagos, en los juzgados de lo mercantil de Barcelona. Con una sociedad ahogada por una deuda de 2.300 millones de euros y unos fondos propios negativos de 704 millones, al empresario le ha sido imposible arrancar de la banca acreedora y de su socio Ferrovial un acuerdo para mantener a flote la compañía. Al final, al pez chico se le atragantó el grande. La empresa ha protagonizado la segunda mayor suspensión de pagos de la historia, detrás del concurso de Martinsa-Fadesa.
Fecha:
28/11/2008
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