Los bancos han cerrado el grifo. Ellos mismos lo reconocen. Ya no se presta dinero para comprar viviendas con la ligereza con que se hacía hace unos meses. Las garantías que deben ofrecer los clientes, pero sobre todo el nivel de endeudamiento que se puede asumir, se miran ahora con lupa para evitar los temidos impagos. Los bancos no están interesados en captar patrimonio, quieren capital. Por si fuera poco, el Euribor ha subido a puntos estratosféricos y las cuotas mensuales son inasumibles para la mayoría de los trabajadores catalanes. Tampoco las ayudas anunciadas hace unos días por el Gobierno parecen haber llegado a las oficinas de cajas y bancos.
Fecha:
15/11/2008
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