La compra de casas en EE UU experimentó en junio una subida del 11%, la mayor en los últimos ocho años, lo que aporta una prueba más de que la situación en el sector inmobiliario estadounidense está estabilizándose dos años después de haber sido el germen de la peor crisis económica desde la Gran Depresión.
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Las ventas han crecido a un ritmo anual de 384.000, muy por encima de lo previsto por los expertos (la media de los consultados por Bloomberg estaba en los 352.00) y la mayor subida desde noviembre, según los datos publicados hoy por el Departamento de Comercio. Con estas ventas, el número de viviendas disponibles en el mercado está en su nivel más bajo en una década. La caída de los precios y de los intereses de las hipotecas ha animado el mercado, a pesar de que el desempleo sigue en niveles muy altos.
Los precios medios de las casas nuevas han caído a 206.200 dólares (unos 144.500 euros) en este mes de junio, en comparación a los 232.100 (162.660 euros) de junio del año pasado. A pesar de que es la tercera subida mensual consecutiva, los expertos continúan temiendo que la rigidez en la concesión de créditos y las tasas de paro elevadas, que según Ben Bernanke pueden mantenerse hasta 2011, pueden congelar el mercado por lo que queda de año.
