Cuando parecía que al Euríbor le faltaban fuerzas para seguir cayendo, llegó Jean-Claude Trichet para darle otro empujón hacia el suelo. El Banco Central Europeo (BCE) anunció el pasado miércoles la mayor inyección de dinero realizada nunca, superior a 440.000 millones de euros. Un día más tarde, el índice que condiciona lo que pagan por sus préstamos millones de europeos, que ya lleva un año de desplome, experimentó la mayor bajada de los últimos cinco meses. Este descenso ha contribuido a que cierre junio en otro mínimo histórico: el 1,61%. Y van cuatro consecutivos.
El margen de caída es ya muy estrecho, avisan los analistas, pero el descenso de este mes dará otro bocado importante a lo que las familias desembolsan por la hipoteca. Si hace un año el Euríbor superaba el 5,36%, el índice se encamina ahora hacia el 1,5%, una cifra que, según Analistas Financieros Internacionales (AFI), alcanzará en los próximos meses.