Los buenos inquilinos tienen premio. La sobreoferta de pisos en alquiler a precios cada vez más competitivos lleva a muchos propietarios a competir por retener a sus inquilinos. ¿Cómo? Abaratando los precios.
Francisco Moro, propietario de un piso en la calle de Arturo Baldasano, en Ciudad Lineal, ha descontado 100 euros a su inquilina. "Lleva tres años viviendo en mi casa y la cuida como si fuera suya", dice Francisco. Pero "desde unos meses su situación económica ha empeorado. Me dijo que no podía hacer frente al alquiler y que tenía que buscar algo más económico. Al día siguiente acordamos bajar la renta de 700 a 600 euros mensuales". La rebaja perdura hasta que acabe el contrato.
Los inquilinos de Sheila María Fernández, una familia con hijos, nunca han dejado de pagar ni un solo mes. Por eso, desde abril el alquiler es 70 euros más barato (ha pasado de 870 a 800 euros mensuales). "Uno de los miembros se ha quedado en paro y tenían dificultades para llegar a fin de mes", dice Sheila, dueña del piso sito en la calle de las Azucenas (Tetuán).
En este caso, el descuento es sólo por un año. Y es que ésta es una de las novedades de los nuevos alquileres de crisis. Son muchos los dueños que modifican el contrato e incorporan una cláusula donde se refleja que el descuento es temporal, circunscrito a una situación económica pasajera. En otros casos, la rebaja es indefinida y la renta se actualiza cada año según el IPC, señala Jesús Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria.
Los casos de Francisco y de Sheila no son aislados. Muchos propietarios están abriendo la mano, sobre todo cuando alguno de sus inquilinos se queda en paro. Tratan de fijar una mensualidad cómoda y asequible para evitar que coqueteen con la idea de buscar algo más barato.
Y es que quien tiene un inquilino -que paga religiosamente, cuida la vivienda y no causa problemas-, tiene un tesoro. "Son buenos pagadores y no me compensa arriesgarme a que entren otros que no pagan o que destrozan la casa, además de quedarme con el piso vacío seis meses o más". Son los motivos por los que Amada Burgueño y su marido, jubilados, han bajado un 21,8% el alquiler de su piso en la calle de López de Hoyos (Hortaleza). El descuento: de 960 a 750 euros mensuales hasta el 1 de enero de 2010.
Los inquilinos tienen en sus manos el poder de negociación. Y lo saben. Andi lleva ocho años viviendo en un piso de alquiler y su casero no le ha subido la renta en los últimos dos años. "Pago religiosamente, no creo problemas y si hay que reparar algo a veces lo hago yo, pero si me toca las narices me mudo a otro piso".
Otro inquilino asegura que antes pagaba 850 y ahora 650 euros. "Más vale pájaro en mano... deben de pensar los propietarios".
Dispuestos a perder
En la Agencia Municipal de Alquiler del Ayuntamiento de Madrid han detectado que la rebaja media de los alquileres que gestionan es de 103 euros, lo que supone un 12,73%. Bajan más las rentas más altas. "Si tomamos los contratos de menos de 900 euros, la bajada media es de 149 euros (15,51%). Los de más de 1.000 euros bajan 192 euros, es decir, un 18%".
Son más los que están dispuestos a perder unos euros sólo por un periodo. El 58% de los descuentos es temporal (más de la mitad, por un año, y uno de cada tres, por seis meses) y el resto es indefinido. El 55% descuenta entre un 10% y un 20% (107 euros) y la mayor rebaja supera el 20%, hasta los 203 euros. También se negocian los alquileres que gestiona la Comunidad de Madrid. Dicen que en torno al 2% de los contratos. Laura Pérez es una de ellas. "Cobraba 800 y ahora 650 euros por mi piso de Canillejas". El pacto dura un año, y ella y sus inquilinos han firmado un anexo al contrato. "Llevan un año alquilados, son una pareja joven, ella trabaja en hostelería y la empresa de él ha sido afectada por un ERE. Me dijeron que se tendrían que ir al cumplir el año porque no llegaban y decidí negociar la bajada por un año", dice Laura.
Si en el negocio de la compraventa mandan los compradores, en el de los alquileres mandan los inquilinos. Entre otros motivos, porque en apenas año y medio se ha incrementado notablemente la oferta de inmuebles en alquiler. A las oficinas de Look & Find llegan un 25% más de pisos para alquilar. "En los últimos años había una menor variedad de inmuebles en alquiler, por lo que los demandantes tenían menos ofertas entre las que elegir y era más difícil encontrar un piso que se adaptase a sus necesidades. El incremento de la oferta ha propiciado una diversificación que beneficia directamente al arrendatario", explican en Look & Find.