El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha asegurado que la reforma del sector financiero "busca que salgan viviendas al mercado a precios reducidos". Según ha argumentado, los cambios obligarán a las entidades a valorar sus activos inmobiliarios a precios más ajustados a la realidad de un mercado en el que, hoy por hoy, el suelo y las promociones a medio construir siguen sin tener salida. Incluso los pisos acabados no tienen una venta fácil. Sobre todo, por las mismas cantidades que en su día los bancos prestaron a promotores y constructores y que no han podido recuperar. Para ello, las entidades tendrán que sanear sus créditos problemáticos al ladrillo en 50.000 millones. Eso sí, ha defendido Guindos, sin que al contribuyente le cueste supuestamente un euro.
Según ha anunciado el ministro, las entidades que quieran fusionarse tendrán cuatro meses para presentar su propuesta ante el Gobierno, quien lo autorizará lo antes posible, ha añadido. Con el visto bueno del Ejecutivo, que tomará su decisión con el respaldo del Banco de España, los procesos deberán estar aprobados por los órganos sociales de las entidades antes del 30 de septiembre.
Este es el calendario que ha expuesto el ministro al anunciar los planes del Gobierno para reformar al sector financiero español. Mañana, ha confirmado, el Consejo de Ministros aprobará a través de Decreto Ley esta medida, cuyo objetivo, tal y como ha recordado Guindos, es acelerar el saneamiento de la banca y reducir su tamaño. Gracias a ello, ha defendido, podrán superar las dificultades que ahora tienen para acudir a los mercados mayoristas de capital y dar más créditos a las familias y empresas.
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Con el fin de sanear el sector, las entidades deberán aportar dotaciones sobre su crédito problemático del ladrillo por 50.000 millones de euros, la cifra que ya había adelantado Guindoshace unas semanas. Según ha destacado, esta cantidad se acerca al saneamiento por provisiones específicas que ha realizado el sector bancario español desde 2008 a junio de 2011, y que ha estado en torno a los 66.000 millones. Por este motivo, ha defendido que se trata del mayor saneamiento realizado hasta la fecha en Europa.
Bajando al detalle, el Gobierno exigirá una provisión específica de 25.000 millones para hacer frente a los créditos con más problemas de recuperarse, un colchón de capital para suelo y promociones en curso de 15.000 millones y una provisión genérica de 10.000 millones para el crédito actualmente sano.