El túnel en el que se metió el sector inmobiliario hace ya más de tres años parece no tener fin. A un mercado asfixiado por la falta de financiación, el exceso de oferta y unas perspectivas de crecimiento económico y de empleo deprimentes, se une un proceso de caída de precios que comenzó en 2008 y que no tiene visos de concluir.
Lo más grave para aquellos que se dedican a la promoción y a la construcción no es que las viviendas se depreciaran un 3,5% el año pasado, según la estadística que presentó ayer el Ministerio de Fomento. Ni que la pérdida de valor haya alcanzado ya el 13,1% en comparación con el punto álgido de la burbuja, el primer trimestre de 2008, cuando las casas pasaron a ser artículos de lujo. Peor aún son los pronósticos de la mayoría de expertos -incluido el Banco de España-, que apuntan a que el proceso de pérdida de valor del ladrillo va a continuar, por lo menos, un año más.
"El ajuste se ha hecho más ajustando las cantidades que los precios. Con la crisis tan fuerte que España ha sufrido, un descenso desde el pico del 13% es prácticamente nada", argumenta Paloma Taltavull, de la Universidad de Alicante. Este descenso es especialmente pequeño si se compara con el de países que soportaron una burbuja inmobiliaria similar a la española, como Estados Unidos, Reino Unido o Irlanda, donde la depreciación media ha superado el 30%.
2010 se cierra como el tercer año de la crisis más devastadora que ha conocido el sector. Nunca una estadística oficial había registrado tres años consecutivos de deflación. En la crisis que siguió a los Juegos Olímpicos de Barcelona y a la Expo de Sevilla de 1992, las casas también perdieron valor. Pero la serie que elabora Fomento desde 1987 solo cuantificó caídas en dos años: 1992 y 1993. Ahora, el metro cuadrado de un piso en el mercado libre cuesta 1.825,5 euros, un 0,4% menos que en el trimestre anterior. Estos precios son similares a los de hace cinco años.
Pero los datos que se desprenden de la estadística oficial esconden realidades diametralmente opuestas entre una ciudad y otra, o incluso entre un barrio y otro. Porque mientras el desplome de los tres últimos años oscila entre el 20% y el 18% en algunas provincias del centro de la Península -como Toledo, Guadalajara o Madrid-, y de la costa mediterránea -Alicante, Málaga y Murcia-, en Ourense los precios se han mantenido exactamente iguales. Otras provincias como Cáceres o Soria, donde la burbuja no se hinchó como si nunca fuera a estallar, han registrado caídas de precios muy moderadas, en torno al 2%.
Además, Cantabria, Asturias, Galicia y la ciudad autónoma de Melilla ya asisten a tímidos repuntes en las tasas interanuales -es decir, en las variaciones respecto al año anterior-. Todo lo contrario ocurre en Navarra, Madrid, Aragón, La Rioja y la Comunidad Valenciana, donde las disminuciones a finales de 2010 aún superaban el 4%,
En su boletín económico de diciembre, el Banco de España echó más carbón a un sector poco necesitado de malas noticias. El regulador vaticinaba que los precios van a caer más este año que en 2010, ya que la retirada de estímulos -subida del IVA y eliminación con carácter general de la desgravación fiscal por compra de vivienda- podía haber contribuido a una moderación en la caída a lo largo del segundo semestre del año pasado. "Parece probable que el esfuerzo financiero para adquirir una vivienda no aumente al desaparecer la desgravación fiscal para los contribuyentes con rentas más altas", concluía en diciembre el Banco de España.
El jefe de estudios del portal idealista.com, Fernando Encinar, considera que el mercado inmobiliario va a vivir inmerso en "ajustes similares" a los del año pasado "durante mucho tiempo". "El precio de la vivienda va a bajar con toda seguridad en 2011 y experimentará suaves caídas en los años siguientes", añade. Más moderado se muestra el catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona Josep Oliver. "Todavía podemos asistir a nuevas caídas de precios en promedio, pero en las áreas urbanas más importantes el exceso de oferta es ya muy escaso o inexistente, lo que hace pensar que ciudades como Madrid o Barcelona disponen de poco margen para que los precios sigan a la baja", asegura. "Las caídas seguirán, pero a tasas más moderadas durante 2011", concluye Taltavull.
De la evolución de precios podrá hablar el ministro de Fomento en las dos reuniones que tendrá esta semana para abordar los problemas del sector inmobiliario. José Blanco se verá hoy con representantes de las principales entidades financieras españolas; y mañana con los de las promotoras. Estos encuentros abordarán uno de los temas que más preocupan tanto a la banca como a las inmobiliarias: el stock de viviendas sin vender, que el Banco de España estima entre 700.000 y 1,1 millones. Se trata de una primera toma de contacto del titular de Fomento, que asumió las competencias del desaparecido Ministerio de Vivienda tras la remodelación del Gobierno de octubre.