VIVIENDO CON EL AGUA AL CUELLO

“El próximo día 24 de marzo iremos a desalojarles de su casa. Si no se van, llamaremos a las fuerzas de orden público. Si dejan los muebles, entenderemos que los han abandonado”. Este es el lacónico aviso de desahucio que recibieron Pedro Rubira, María Teresa Riquelme (en la imagen) y sus dos hijos de 7 y cuatro años. Una empleada de la CAM, añadió por su cuenta que “llamaremos a la asistente social para que te quiten los niños”.

El matrimonio vive en Las Torres de Cotillas. Es un dúplex de factura sencilla, en una larga calle sin árboles ni parques, alejada del centro urbano. Una zona no muy acogedora. Triste. El 2 de enero de 2007 decidieron invertir en su futuro y compraron la vivienda. Pero poco más de un año después, la crisis acabó con la pequeña empresa de Pedro. Tenía tres camiones. Pero se acabaron las rutas. Los perdió todos. Un autónomo que no percibía ni paro ni ningún tipo de ayuda.

Conscientes de que en ese momento no podían hacer frente al pago de la hipoteca, Pedro y María acudieron a la sucursal de la CAM en el barrio de Vistalegre de Murcia. “Desde el primer momento fuimos a la caja y contamos nuestras dificultades. Nos conocían porque viví 23 años en ese barrio, y también conocían a nuestra familia, sabían qué éramos personas responsables, pero que estábamos atravesando una mala racha. Nos dijeron que no nos preocupásemos y que les fuésemos llevando dinero”. Recuerda María:

La familia Rubira depositó mil euros en un primer pago de la deuda. Posteriormente, Pedro consiguió cobrar 5.000 euros que le adeudaban de su anterior trabajo, y acudió a entregar ese dinero a la sucursal, pero no lo aceptaron.

“Nos dijeron que teníamos que pagar los 200.000 euros de la hipoteca más los intereses de demora. Solo nos refinanciaban si incluía una deuda de mi suegra en la hipoteca. La directora nos llevó personalmente al notario, pero no llegué a entrar. Tendría que pagar 1.600 euros todos los meses y yo solo tengo que pagar lo mío. Eso es abusar de una familia que quería recuperar su casa”, explica María.

Más tarde, en este juego de presuntas amenazas e intimidaciones por parte de los directivos de la CAM, propusieron una dación en pago. “Me lo dijeron, que daba mi vivienda y me la alquilaban con opción de compra, pagando 425 euros al mes. Me dieron el contrato de alquiler para que lo estudiase y que me llamarían para firmarlo. Pero esa llamada nunca llegó, solo la carta de desahucio. El día 24 de marzo me echarán de mi casa”.

Tiene claro que no puede encontrar 200.000 euros, aunque su marido ya está trabajando. “Lleva casi un año todos los días subido a un camión de lunes a sábado. Sufriendo por si nos echan a la calle. Y yo tomando antidepresivos. De dónde vamos a sacar ese dinero. Pusimos toda nuestra voluntad de pagar de una forma u otra. Incluso el jefe de protocolo de la CAM nos prometió que todo se iba a arreglar, pero nos quieren echar”.

Pedro y María afirman que se sienten “maltratados psicológicamente por el banco. Su actuación no es justa, porque tienen alternativas para el desahucio y no nos las han dado. Mi marido tiene una ahora una nómina y podríamos irnos de alquiler. Pero si yo puedo pagar el alquiler en otra casa lo puedo pagar aquí, y recuperar mi vivienda”.

No olvidará nunca el día que llevaron el dinero a la CAM y no lo quisieron: “Salimos destrozados. No lo entendemos. Hay muchísimas casas vacías. No sé por qué quieren hacerme daño”.

Durante esta travesía de la angustia, María solo ha recibido ayuda de su madre, que le ha facilitado comida y ropa, mientras su marido ha estado en paro, y de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca

“Yo soy la primera que llevo las llaves al banco si no pudiera pagar. Pero ahora puedo, y quiero. La caja debe entender la situación. ¿Y Zapatero? Ayuda a la banca pero tendría que haber dicho que ninguna familia tiene que quedarse en la calle”.

Ahora solo espera un milagro. Sería feliz con un alquiler con opción a compra. Y sobre todo sigue sufriendo cuando una empleada de la CAM le dijo que “llamarían a la asistenta social y me quitarían a mis hijos”. Terrible e inhumano.

El Foro Ciudadano y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca han convocado una concentración de apoyo a la familia este miércoles, junta a la sede central de la CAM, en la plaza de la Cruz de Murcia.

Fecha: 
02/2011