El Pastor es el banco español con una mayor exposición al riesgo inmobiliario. La entidad ha sido la última en desvelar sus datos, que no publicó con todo el desglose al presentar los resultados de 2010 pero que ahora ha trasladado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. La conclusión es que su exposición a los activos problemáticos del ladrillo es superior incluso a la de la media de las cajas de ahorros. Ante los riesgos que eso supone para su solvencia, el Pastor ha anunciado esta mañana una emisión de obligaciones necesariamente convertibles por importe de 251 millones que servirán para reforzar su capital si logra colocarlas con éxito.
El Banco Pastor tiene créditos al sector promotor y constructor inmobiliario por importe de 4.813,3 millones de euros, es decir, cerca del 20% del crédito total a la clientela. Dentro de esa cifra tiene 769,2 millones en créditos dudosos y 934,6 millones en los calificados como subestándar, esto es, que se consideran en riesgo pese a estar al corriente de pago. A esa cifra hay que sumar un total de 1.526,6 millones en inmuebles adjudicados ante los problemas de pago de dichos créditos. Eso suma un total de 3.230 millones de euros en lo que el Banco de España clasifica como "activos potencialmente problemáticos", que también se han dado en llamar activos tóxicos. Eso sin contar otros 308 millones de euros en créditos fallidos, esto es, que contablemente se han dado por perdidos.
Los 3.230 millones en activos tóxicos inmobiliarios representan el 13,2% del total de crédito a la clientela del Banco Pastor (24.400 millones). Ese peso es casi el doble que el del resto de los bancos cotizados (7,3%) y supera incluso la media de las cajas de ahorros (11,6%). La cifra se sitúa más bien en línea con la media del grupo de cajas con problemas que han iniciado procesos de concentración, que está en el 13,8%. Si la comparación de los activos potencialmente problemáticos se hace con el total del activo, el Pastor está incluso peor que el grupo de cajas en procesos de integración. En todo caso, hay algunas cajas que tienen una situación de mayor exposición y de menos solvencia que el banco gallego, como las fusiones de cajas catalanas, las gallegas y las castellanoleonesas, que ahora negocian integrarse a la fusión liderada por Caja Murcia.
De los más de 4.813 millones de crédito al sector promotor y constructor, hay más de 1.000 millones que tienen como garantía suelo, también más de 1.000 millones con edificios en construcción y 421 millones sin garantía hipotecaria. Los créditos a este sector que tienen como contrapartida la que está considerada la mejor de las garantías, las viviendas terminadas, son solo 876 millones, el 18% del total, una de las peores cifras del sector financiero.
En cuanto a los activos inmobiliarios adjudicados, es decir, inmuebles que se queda el banco cuando no se pagan los créditos, ocurre algo similar. De los 1.526,5 millones adjudicados, más de la mitad es suelo (unos 800 millones) y dentro de este solo una pequeña parte es suelo urbanizable. El resto de suelo es la principal partida, con 604 millones, una cifra que compara muy mal con el resto del sector financiero.
Otro punto en el que flaquea el Pastor es en la morosidad de su crédito hipotecario, que supera la media con un 3,6%. Es espectacular la morosidad que declara en las hipotecas que ha concedido por encima del valor de tasación: el 72%. En todo caso, solo un 0,3% de las hipotecas (21.000 millones) reúnen estas características, menos que la media del sector del 1,2%.
El Pastor tiene provisiones crediticias por 358 millones para hacer frente a los riesgos de esos créditos morosos, 113 millones en provisiones genéricas y coberturas de 405 millones para sus activos inmobiliarios. La suma de todas esas provisiones cubre solo el 27% de sus activos potencialmente problemáticos, de nuevo muy por debajo de la media tanto de los bancos como de las cajas.
El banco tiene un core capital del 8,46%. En este punto está mejor que las cajas con problemas que han necesitado ayuda del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). No obstante, como mostraron las pruebas de resistencia, el riesgo del ladrillo amenaza ese nivel de solvencia. El Pastor fue la entidad que sacó peor nota entre las que aprobaron las pruebas de resistencia europea del verano pasado, con un 6%, el mínimo que se exigía.