Joaquín Aranda es uno de los principales vigías de la economía y las finanzas desde su cátedra de Economía Aplicada de la Universidad de Murcia, así como desde su atalaya como jefe de Estudios y Control Global del Riego de Cajamurcia, entidad que pilota el Banco Mare Nostrum. No se limita a ofrecer un diagnóstico de la mala situación económica que golpea a diario -un inventario del naufragio- sino que expone un muestrario de recetas que tiene mucho que ver con el esfuerzo personal, el talento y también con el sentido común.
-¿Llegados a este punto, qué hay que cambiar en el modelo económico regional?
-Más que cambiar de modelo, hay que cambiar de mentalidad. Yo no hablaría de modelo sino de la existencia de una serie de actividades predominantes en un momento dado del tiempo. Es difícil hablar de qué hay que cambiar, porque en economía está casi todo inventado y no es ya, como digo, una cuestión de modelo sino de cuestiones culturales, de mentalidades, de estrategias de largo plazo, de búsqueda de nuevas oportunidades de negocio, de desarrollar más nuestra habilidades tradicionales o, como he dicho en alguna ocasión, de hacer cada vez mejor lo que ya sabemos hacer.
-Con la perspectiva de los últimos años, ¿qué diagnóstico hace del sector de la construcción?
-Se produjo un fuerte efecto de mimetismo que llevó a muchas empresas a descapitalizarse en la búsqueda de beneficios rápidos. Fue un modelo que creó su propia estructura y que a la postre las cifras que mostraba eran engañosas en cuanto a su mantenimiento en el tiempo. Gran parte de nuestros males económicos tiene su origen en el atracón inmobiliario, en el beneficio inmediato, y en la creación a su alrededor de un gran número de empresas y actividades directa o indirectamente relacionadas que poco a poco han ido cayendo a consecuencia del parón de la construcción.
-¿Cómo va la digestión del atracón del ladrillo?
-Las entidades de crédito están disminuyendo lentamente su stock de viviendas adjudicadas. En Cajamurcia, que siempre ha tenido una política más realista en este sector, se ha producido un balance muy positivo en el último año en cuanto a la reducción del riesgo inmobiliario, en buena parte porque se ha producido un número significativo de subrogaciones de viviendas en poder de nuestros clientes promotores. Por otra parte hay una ligera mejora, en general, en cuanto al número de viviendas vendidas y también percibimos síntomas de que está aumentando de forma moderada la entrada de capital alemán y escandinavo en el mercado de segunda vivienda , relevando en cierto modo a los compradores ingleses que fueron nuestros principales compradores desde el exterior.
-Fueron unos años locos, un espejismo... Ahora todos dicen que veían venir este derrumbe.
-Muchos no quisieron hacer caso. Recuerdo que la frase más común que comentábamos tomando el café por las mañanas era dónde se encontraban esos millares de personas que debían comprar las viviendas que se planeaban construir. Al final nos encontramos con un exceso de capacidad instalada. ¿Qué sucedió? Hace quince años, la casa de la playa costaba la mitad que la vivienda de la ciudad, y mucha gente, los que podían, compraban por esa diferencia de precio. El boom inmobiliario yo diría que se inició precisamente en ese tipo de viviendas que tuvo un fuerte impulso por la entrada de compradores extranjeros, principalmente británicos. La fuerte demanda hizo que se dispararan los precios hasta el punto de que la vivienda de la playa ha llegado a costar lo mismo que la de la ciudad, que también registró un fuerte recorrido al alza en sus precios. Lógicamente, al caerse los mercados extranjeros se hundió el mercado de segunda vivienda. En la actualidad muy poca gente se compra una casa en la playa, a menos que encuentre un chollo y es un mercado, por lo que se refiere al comprador nacional, casi paralizado.
-¿Qué posibilidades ve a medio plazo?¿Qué se puede salvar?
-En contra de lo que comúnmente se dice, los resorts son capaces de generar bastante actividad económica. Habría que haberlos dimensionado en su momento para evaluar de verdad cuál era nuestra capacidad como región para este tipo de oferta y no que proliferaran, la mayor parte de ellos sobre el papel, de forma indiscriminada. Son un activo que pueden proporcionar un juego muy importante en la economía y han aportado un cambio de imagen a la Región que aunque en parte ahora es negativo, se puede y se debe revitalizar y promocionar. No se trata de construir más complejos de este tipo, sino de rentabilizar los que hay. Atraen gente de un poder adquisitivo medio y alto que dinamizan la economía. Bajo mi punto de vista, el modelo del resort vacacional y turístico tiene todas las papeletas para desarrollarse en la Región de Murcia. Uno de los estudios que realicé hace ya más de diez años demostró que los campings estaban llenos durante el invierno. Atraían a muchos extranjeros en busca del sol y buen clima. Ahora, ese camping, de algún modo, es un campo de golf, hablando en términos generales. Quiero decir que el gran atractivo de la Región es su clima de otoño e invierno y ese potencial irá en aumento cuando la demanda se ajuste y se elimine la incertidumbre que existe sobre la inseguridad jurídica, como ha ocurrido en algunos casos. Cuando todo eso se corrija, ese mercado seguirá funcionando.
-¿Por dónde puede levantar cabeza la economía regional?
-Tenemos un buen posicionamiento exterior y el tirón de Alemania nos va a favorecer . Hay que diferenciar entre los productos de gama media que exigen una productividad mayor, y los productos de valor añadido, en los que somos más débiles. Nuestro sector de cabecera sigue siendo el agroalimentario. Es el que más posibilidades tiene, pero debe estar innovando siempre y mejorando la productividad. El problema es que esto requiere también que el crédito fluya como debiera. Los sectores agroalimentario y turístico deben ser capaces de tener más valor añadido. Por otro lado, no podemos esperar grandes cosas, por el momento de la industria puesto que nuestro peso industrial es moderado.
-La subida del paro no da tregua.
-El problema es que tenemos un paro con muy escasa formación porque se han generado puesto de trabajo de baja cualificación y por lo tanto poco reciclables. Y a eso se une que los diplomados y licenciados universitarios apenas tienen salida hoy día. Estamos generando una cantidad importante de titulados, puede que mil al año, con escasas posibilidades de encontrar el empleo que quieren y para el que se han preparado. Hay que reorientarlos hacia el mundo empresarial. Se lo digo a mis alumnos. Lamentablemente, hasta ahora ha predominado el modelo de colocarse en una empresa con un salario seguro, o hacerse funcionario. Trabajar de 8 a 3 y tener las tardes libres. Eso es lo que más me preocupaba. Cuando alguien te dice que quiere tener las tardes libres para hacer deporte o irse de compras, y que esa es su aspiración laboral, me parece inquietante. No es el perfil que se requiere para sacar nuestro país adelante. Cuando uno es joven tiene que partirse la cara por mejorar y progresar; lo otro vendrá después.
-¿Qué tiene que cambiar?
-Hasta hace no mucho, cuando se realizaba una selección de personal o una entrevista de trabajo la mayoría de aspirantes preguntaba por el horario el sueldo y las vacaciones. Eso es ha terminado. Por el contrario, ahora sólo quieren meterse en una empresa para aprender. ¿Cuándo empiezo, te dicen? No les importa tanto el salario o las vacaciones. En esa etapa expansiva que hemos atravesado se ha perdido en España un conjunto de valores que son los que siguen funcionando en los países anglosajones, como el esfuerzo, el reconocimiento del talento, la responsabilidad y la motivación por las cosas bien hechas. Aquí hay generaciones que se lo han encontrado todo hecho. También había jóvenes que dejaban los estudios y se iban a trabajar a la construcción por más de 3.000 euros al mes. ¡Ganaban más que un catedrático!
-Cuando alude al esfuerzo, ¿qué tenemos que aprender de otros países de nuestro entorno?
-No es el Estado el que tiene que dar solución a tus problemas, sino tú mismo. Cada uno debe intentar sacar los pies del plato. Ahora dices que trabajas por tu país o que eres un patriota porque hay que arrimar el hombro y está, o casi habría que decir que estaba, mal visto. Sólo somos patriotas cuando juega la Selección Española. Debemos estar en la cultura del esfuerzo. No es tanto el modelo como el impulso a la vocación empresarial, a que los estudiantes entren en la cultura del esfuerzo. Se está notando el cambio. Le hablo de personas que están en cuarto de carrera y que te dicen que aunque solo sea por aprender sería un chollo entrar a Cajamurcia a trabajar, por ejemplo. Entienden que para incorporarse al mercado de trabajo deben tener una experiencia, y que recién terminados tampoco están para tirar cohetes. Pero es que eso hace unos años no te lo decían. ¿Yo una beca? No. Quiero mil euros. ¿Cómo te voy a dar mil euro el primer día? ¿Tendré que saber si vales?
-¿Que inventen otros...?
-La investigación y desarrollo hay que potenciarlos como sea. Detrás de esa investigación debe haber una empresa dispuesta a ponerla en marcha. Tenemos unos centros tecnológicos y de innovación, pero ese modelo no ha terminado de cuajar. Hay invenciones, patentes o innovaciones que salen de los departamentos universitarios y que pueden ponerse en marcha con aportación de capital privado y convertirse en núcleo de nuevas empresas. Eso también se está haciendo. Pero faltaría esa ligadura del investigador con mentalidad aplicada pero también con mentalidad empresarial. También hay que empujar a tope los ciclos profesionales de grado medio y superior. El ciclo superior es prácticamente ahora lo que antes de Bolonia era una diplomatura universitaria. Pueden ser un factor de competitividad muy importante porque los alumnos salen con una formación muy específica para montar su propia empresa. Siempre he pensado que hay que potenciarlo. Es esencial. A eso me refiero también con el cambio de mentalidad; la motivación para crear tu propia empresa. Tienes que ser tú quien salga adelante y no puedes estar esperando a que alguien te diga cómo lo tienes o lo puedes decir. O lo que es peor, exigir que te lo hagan con la consabida y para mi deprimente frase de 'tengo derecho a …' Creo que debemos regirnos por la idea de que lo que lo que no seas capaz de hacer tú por ti mismo, no debes esperar a que otro lo haga por ti.
-¿Qué solución ve para el grave lastre financiero de las administraciones públicas?
-Todas las administraciones tienen que hacer un ejercicio de responsabilidad en el gasto. Deben evitar el solapamiento de competencias; o no asumir más de las que les corresponden. Deben reordenarse y redimensionarse para ver qué servicios se pueden dar realmente con los ingresos que se pueden tener. El miedo que me da es que se pretenda reducir el déficit por la vía del ingreso. Si una Administración tiene una situación complicada, lo que no puede hacer es tratar de sacar más dinero de los ciudadanos y las empresas.
-Ahora necesitamos la aprobación alemana para mover un euro.
-Alemania ha venido a examinarnos, a tutelarnos... cosa que no deja de ser cuando menos singular, y de la que nadie se ha escandalizado, cuando si eso hubiera ocurrido en Francia o Inglaterra se puede imaginar la que se habría organizado. Sin embargo aquí hasta lo aceptamos como una cosa buena, de lo que yo saco mis propias conclusiones que, supongo, que coinciden con las de muchos otros. La crítica que se le hace a España desde fuera es que no tiene margen suficiente para pagar sus créditos. No es que el país no sea solvente. Eso no lo ha puesto en duda nadie. A España se le pone en entredicho su capacidad de pago porque gasta mucho y tiene déficit. Cuando hablo del Gobierno me refiero también a la totalidad del país, porque España debe 3 billones de euros. Y quien los debe somos los españoles, no solo el Estado. Con la poca actividad económica actual, ¿cuál es la capacidad de pago que se puede tener? ¿Nos pueden seguir prestando y renovando la deuda cuando está en duda esa capacidad?
-¿Qué opina de las medidas de recorte que ha adoptado el Gobierno regional?
-Creo que estamos en una situación que obliga a tomar medidas de recortes importantes al Gobierno regional. No las conozco en profundidad pero considero que se debe hacer un ejercicio amplio de recorte del gasto y no solo en cuestiones de gastos de personal sino en muchos otros tipos de gastos. Pero no puede dejar de reconocer que si ahora la situación financiera es la que es todos tenemos que hacer un esfuerzo y las mejoras conseguidas en épocas de bonanza pueden retocarse en épocas de vacas flacas. Eso lo están haciendo muchas empresas e incluso en no pocos casos si toda la plantilla hubiera estado dispuesta a recortarse el sueldo en una forma moderada, podrían haberse evitado despidos. Eso ha ocurrido de forma generalizada en Alemania y por ello sus cifras de paro apenas se han movido, pero aquí no ha ocurrido por muchas razones. Pero no quisiera polemizar sobre un tema que, repito, no conozco con suficiente detalle.
-¿Por qué cree que se ha llegado a esta situación de gravedad financiera? ¿Podrá salir pronto de ella?
-Durante muchos años la Comunidad Autónoma ha tenido una fuente importante de ingresos por la vía de los impuestos ligados a la actividad económica. Cuando ésta cae la siguiente derivada es una contracción de los ingresos, tanto los provenientes de los tributos gestionados como de los que proceden de la Administración central. Sin embargo tengo que reconocer que en cuanto a la deuda acumulada, medida sobre el PIB, o dicho de otro modo, sobre la riqueza total de la región, no estamos en cifras especialmente elevadas. Incluso estamos por debajo de muchas otras regiones más endeudadas que nosotros. La cuestión es que la autorización de endeudamiento que se precisa no ha sido autorizada porque se nos ha aplicado un objetivo de reducción del déficit una vez que los Presupuestos estaban aprobados con otras cifras. Pero en todo caso creo que será un tema que se solucionará aunque, insisto, hay que profundizar en el recorte de gastos y, a la vez, conseguir resolver que el pago a proveedores recorte su plazo lo más posible.
-¿Cuánto más pobres somos?
-Debemos reajustar nuestra calidad de vida. A efectos de PIB nacional por habitante se puede tener una idea. Si se comparan los dos primeros trimestres de 2008 a la situación última hemos disminuido cinco puntos en riqueza. Como somos más habitantes... tenemos aún menos riqueza por persona. Puede que unos siete puntos. Lo que ha aumentado es la dispersión de esa renta. Hay quienes ganan más o menos lo mismo, y otros que han visto reducidos sus ingresos más de un 5%, como los funcionarios. Pero hay mucha gente que no gana nada y la diferenciación ha aumentado muchísimo. Sí que es verdad que la parte más débil de la sociedad ha caído mucho en cuanto a su nivel de ingresos, pero el otro día me comentaron que muchos despachos de arquitectos han cerrado porque no tienen negocio. En mayor o menor medida el golpe es para todos, aunque sí que cabe pensar en que se ha producido un empeoramiento en la curva de distribución de la renta. En todo caso no creo que los ricos ahora sean más ricos y los pobres más pobres, por decirlo coloquialmente, porque estoy convencido de que, salvo contadas excepciones, ahora somos todos más pobres.
-¿Más ahorro o más consumo?
-Cuanto más ahorro generemos, mejor. Si tú ahorras más y ese dinero lo dejas en tu banco, lo puede prestar. Si no ahorras, tu banco tiene que salir al mercado para poder prestar dinero. Y el mercado, hoy, no está por la labor, a grandes rasgos. Ahorrar no es cortar el circuito, sino mejorar una situación porque cuanto más ahorro interno generemos menos necesidad hay de acudir al exterior para financiarse e inyectarlo en la economía real. Nos da más autosuficiencia. ¿Qué interesa ahora, consumir más o que nuestras empresas se saneen y empiecen a cambiar su estructura productiva para hacerse mejores y más competitivas? Yo lo tengo claro, hay que apostar por mejorar porque lo importante es el medio y largo plazo si realmente queremos salir de la crisis y lograr crecer en forma significativa.
ALBERTO MAGRO. PALMA No son uno, ni dos. Tampoco100.000. Son más. Muchos más. Una marea de afectados con algo en común: les han embargado la alegría. Sus proyectos e ilusiones. El techo que les cobijaba. Su piso, su castillo. Sus sueños y su cuenta corriente. Hay tantos que no cuesta encontrarlos. Se llamán Clement, Marisol, Beatriz e Ibrahima. Cuatro nombres y catorce vidas, las de los suyos: una gota dentro de la ola de embargos que todo lo moja. Porque el mar de desahucios sube y sube. Ahoga. Empezó con el desalojo de 26.000 hogares en toda España en 2008, antes de que el tsunami de impagos echase de su casa a 52.000 familias más en 2009, que alcanzaron al cierre de 2010 la cifra de 150.000 en tres años de crisis. Y la ola sigue. Cabalga voraz a lomos de dos factores que son uno: la crisis inmobiliaria y la ley hipotecaria que la alimenta de embargos.
También en Mallorca, donde los datos de ejecuciones hipotecarias revelan que 2.600 familias perdieron la casa en 2009 y algunas más que esas siguieron sus pasos en 2010. Por eso es sencillo encontrar a gente como Marisol, que compró por 138.000 euros una vivienda que se tasó en 210.000 el día que se lo embargaron. Pese a ello aún le debe 50.000 euros al banco. ¿La atracaron? Casi: le aplicaron la legislación hipotecaria española, que permite al banco quedarse con el piso del hipotecado por la mitad del valor de tasación que tiene en el momento del impago. El momento del impago: hoy para muchos, justo hoy, cuando los precios de los pisos caen en picado hacia una agujero en el que las viviendas valen menos que la deuda que hubo que asumir para comprarlas.
Aunque en el caso la Marisol ni siquiera fue eso. Su vivienda no se depreció. Al contrario. La adquirió en 2006, antes de que la furia compradora se convirtiese en disparate. Y no dejó de pagar la letra hasta 2008, cuando se dio de bruces con el paro en el peor momento: el del inicio del desastre. "También me había quedado embarazada", añade, recordando la herida por la que aún se desangra su economía. Pese a los torniquetes. Porque lo intentó todo. Puso el piso a la venta. Nada. Buscó ayuda en familiares. Nada. Trató de negociar con la directora de su oficina bancaria. Agua y embargo. No hubo forma. "No aceptaban rebajarme la letra un tiempo y tampoco me daban ninguna alternativa. Solo querían el piso". Y no hay que ser muy mal pensado para encontrar la razón: una vivienda junto al centro comercial Ocimax que para entonces ya se tasaba en 210.000 euros podía salirle al banco a precio de ganga. Y así fue: "Por una deuda de 100.000 euros se quedaron un piso que valía el doble, no me devolvieron ni un euro de los que había pagado en años de hipoteca y aún me queda una deuda de 50.000 euros".
¿Cómo es eso posible? "Porque la ley tal como se está aplicando protege más a la banca que al ciudadano", responde Isabel Martorell, abogada y delegada en Mallorca de la Asociación de Usuarios de Banca (Ausbanc), que considera injusta una legislación tan dura con el cliente que hasta en la cuna del liberalismo y la banca canibal la tachan de "severa". Así la califica el diario The New York Times, dentro de un reportaje de portada de título elocuente: "En España, la banca te quita el piso pero no la deuda".
Sólo en España
Porque mientras en Estados Unidos (y la mayor parte de Europa) la hipoteca queda zanjada con la entrega al banco de las llaves del piso (lo que se llama dación en pago), en España el hipotecado responde con todo su patrimonio. Y todo significa todo lo que tiene y todo lo que tendrá: coches, herencias, casas y avales. También sueldos: los que se están cobrando y los que están por cobrar. Porque la deuda es "imprescriptible", detalla Martorell. Imprescriptible: para siempre. Es consciente de ello Marisol, que sabe que cuando consiga un trabajo legal (ahora limpia por horas y cobra en negro), parte de su nómina irá a pagar al agujero de 50.000 euros. "En verano tendré trabajo y voy a seguir pagando a los que me han quitado el piso sin molestarse siquiera en negociar una opción menos dañina. No he tenido tanta suerte como los de Navarra".
Se refiere a la sentencia que ha reabierto la polémica, la que da por saldada la deuda con la devolución del piso. En ella la Audiencia Provincial de Navarra muestra una sensibilidad con la víctima del embargo ausente de la letra estricta de la ley. Por eso la sentencia es carne de excepción. Lo advierte un abogado especializado en finanzas, que ejerce en un banco de Mallorca y pide anonimato por razones que sus declaraciones dejarán claras: "Si preguntas por un punto de vista personal, muy pocos abogados te van a decir que eso sea justo. Desde un punto de vista ético y moral, lo más justo es que la deuda acabe cuando se entrega el piso. Pero ni el presidente de mi banco ni ningún presidente de banco lo ve así. Para ellos no hay personas, ni en su plantilla ni fuera: solo números. Y encima la ley en realidad les da la razón. Es infinitamente injusta si quieres, pero les da la razón así que seguimos y seguiremos embargando, porque esa sentencia de Navarra no tendrá recorrido salvo que se reforme la ley, y ni el PSOE ni el PP parecen dispuestos a ello", relata crítico, antes de describir en tono grave el día a día de una profesión que desde fuera parece dura y desde dentro lo es más. "Hay días que te quedas hecho polvo. En Navidad nos ordenaron ejecutar las hipotecas de varias familias. ¡En Navidad! Te ves en episodios horribles, como cuando tienes que ir con el cerrajero a tomar posesión del piso y está la gente dentro, gente que se lleva sus cosas como puede, con críos… una mierda, vaya. Aunque no me puedo quejar, porque lo peor lo pasan ellos".
Ellos. La mayoría se van en silencio, dice. Otros mascullan quejas contra el banco y los banqueros. Muy pocos se ponen violentos. Aunque los hay. Los bancos heredan así espejos hechos añicos, muebles destrozados, paredes pintarrajeadas, ventanas rotas e incluso puertas tapiadas con ladrillo. En eso está pensando Ibrahima. Le subastarán el piso en unos meses y el cuerpo le pide venganza. Quemar los campos antes de dejar el grano al enemigo. "Lo que no me pueda llevar va a quedar destrozado. Aquí han crecido mis hijas y ahora me lo quitan todo. Me tendrán que echar a la fuerza. El tiempo que pueda estar aquí me lo ahorro de alquiler", cuenta este padre de familia en paro, que atiende al cronista en el salón de su casa en Pere Garau. Ofrece té y vomita su enfado. "Me han destrozado la vida". Su vida. El sudor de su frente. "No sabes los sacrificios que hemos hecho para no perder el piso. Y lo peor es que en cuanto tenga un contrato me van a embargar el sueldo. ¡Me robarán otra vez!", brama enfadado, con la mirada en llamas y el puño cerrado, dispuesto a arrancar la pintura a dentelladas antes de irse. "Es que el banco no ha querido hablar nada. ¡Nada! Nada de refinanciar, nada de esperar a que consiga trabajo, nada de nada. Solo quieren el piso".
Sufren más los barrios
Y no es que el piso valga gran cosa: está en un barrio obrero, como la mayoría de los que se embargan en la Mallorca de la crisis. De ahí que sus propietarios se queden con una deuda abultada tras devolver las llaves. "Donde más han caído las tasaciones es en los barrios, así que los pisos valen muchísimos menos", explica Isabel Martorell, que exige que se aplique siempre "el precio de tasación original del piso". "Si el banco no hizo bien su trabajo no tiene que pagar por ello el cliente. Si no asumieron su obligación de utilizar la información que tenían en beneficio del cliente, que paguen y se responsabilicen económicamente como hacemos todos, como hacen los ciudadanos, que bastante tienen con entregar su piso", defiende esta abogada, que lamenta la pasividad que muestran la mayoría de los embargados. "La mayoría se desentienden,cuando la ley les da algunas opciones. Pocos saben que hasta el momento de la subasta pueden cancelar el proceso pagando las letras vencidas hasta la fecha, los intereses acumulados y las costas". Esa opción les da aire: con unos cientos de euros el proceso queda cancelado y el banco tendría que empezar desde el principio.
¿Cuánto tiempo se gana así? Pues entre uno y dos años: "Nos darnos prisa, porque a partir de 90 días de impago todos los pisos tienen que provisionarse [reservar una partida del banco para cubrir el impago] y los financieros nos dan caña a los abogados. Pero luego el proceso se demora. Se interpone la demanda y están tardando entre ocho meses y un año en resolver. Antes iba más rápido, pero hoy los juzgados están hasta arriba de trabajo". Y luego aún faltaría llegar a la subasta y el embargo. Es decir, se gana aire, pero sigue haciendo falta dinero para hacer frente a las letras vencidas.
Ibrahima no lo tiene. Tampoco Marisol. Ni Beatriz, de 32 años, parada desde 2008 y desahuciada hace unos días. Vivía con su hija en el Molinar. Y eso es lo que más le duele, ella, la niña, sus lágrimas, sus doce años de adolescencia ahora trasladada: "Lo ha pasado muy mal. Llora y llora. Lloró hasta el último día. Nuestro piso se subastó en noviembre, pero hasta el sábado pasado no me mudé". Apuró hasta el final. Sus apreturas económicas lo exigen. "Pagaba 700 euros de hipoteca. Cuando empezó la crisis y me despidieron en la tienda de muebles me pasó la letra a 970 euros. Mi banco no quiso negociar".
"El banco se quedó mi paro"
Y para rematar el golpe, a Beatriz se le ocurrió creerse los brotes verdes del Gobierno, la recuperación que iba a llegar y no ha llegado, falacia de consecuencias muy caras para ella. "Como decían que esto iba a mejorar pues dediqué todo mi paro a seguir pagando la hipoteca y mantener mi piso a toda costa. Al final se me ha acabado el paro y no puedo seguir con el piso. Así que mi paro también se lo ha quedado mi banco". Que pese a todo quiere más. ¿Cuánto más? "No lo sé, no he vuelto a ir por el banco [lo llama así aunque es una caja levantina], pero sé que en cuanto consiga trabajo con contrato me van a quitar el dinero". Que esa es otra: en el país de la economía sumergida hasta la ley hipotecaría anima a trabajar en negro. "En negro no te embargan el sueldo. Ahora hago de limpiador por horas, de camarero, de chapuzas… lo que sale. Pero en verano cuando me hagan contrato verás", teme Clement, 46 años, otro padre de familia embargado de Pere Garau que suspira por el sistema americano: devolver las llaves y vivir libre de deudas.
Es el sueño de Clement y el otros muchos. Miles. Cientos de miles. Tantos que encontrar gente embargada es tan sencillo como mirar los tablones y ventanillas de los juzgados de instrucción de Palma, empapelados con edictos de ejecución hipotecaria. Las hay de todos los montantes y bancos. No falla uno. Solo en el juzgado número 23 Diario de Mallorca contó más de veinte avisos de ejecución hipotecaria. Y lo mismo se puede decir del resto de salas. Abundan los casos en barrios humildes. Solo en una manzana, la de la calle San Rafael, en Pere Garau, el periodista visitó cuatro pisos de próxima subasta: los pobres sufren más la crisis provocada por los ricos entre los ricos.
Aunque también hay casas y mansiones en el tablón de embargos. Ese el caso de una deuda hipotecaria de 50.000 euros que se saldó con otra operación redonda para la entidad: el embargo de una casa en Son Sardina puesta como aval y valorada en 554.000 euros que el banco se quedó a mitad de precio tras quedarse solo en la subasta. ¿Queda algo para el ejecutado de los 50.000 euros de deuda y la casa-aval del medio millón de euros? El disgusto y nada más.
Y aún tiene suerte, porque para otros el disgusto es contagioso. Un efecto dominó que arrasa familias enteras. Es nuevamente el caso de Marisol, inmigrante ella y, como tal, víctima fácil: con papá y mamá a miles de kilómetros y sin recursos, los inmigrantes suelen avalarse unos a otros para comprar piso. Juan avalaba a Pedro, Pedro avalaba a Juan y el banco lo aceptaba pese a ser consciente del riesgo. ¿Pero qué ocurre cuando la vida se tuerce y Pedro deja de pagar? Pues que el banco se lleva por delante también a Juan. Dos desahuciados por la irresponsabilidad del mismo banco que se beneficia con la jugada. Le pasó a Marisol: "Mi avalista era el marido de mi tía y también le reclaman mi deuda".
PSOE y PP protegen a la banca
¿Hay algo que hacer? Poco hasta que se cambie la ley. Pero el Gobierno no quiere. "Sería perjudicial para la banca", dijo esta semana la vicepresidenta Salgado. Tampoco parece muy dispuesto a ello el principal partido de la oposición, que tiene entre sus militantes a banqueros como Rato y a candidatos dedicados a la ejecución de hipotecas como el abogado y aspirante del PP a la alcaldía de Palma, Mateu Isern. Por eso para la mayoría de los parados con hipoteca el despido es condena de arroyo. A empacar e irse. A recoger lo que se pueda y dejar atrás lo que no. A cambiar el dinero invertido y el piso por una deuda de por vida. "Cuando la gente se va mandamos a un transportista que lo recoge todo y lo tira. Cada entidad tiene su sistema", confiesa nuestro abogado anónimo, que sabe que en el sector hay de todo. Unos mandan transportista y otros chatarrero. Ya pasaron por casa de Marisol y de Beatriz. Pronto recogerán lo que quede de los pisos de Ibrahima y de Clement después de que el banco les embargue la alegría y tire los restos a la basura. La ley se lo permite. Y nadie la cambia.
"Puede construir hasta el cielo", dijo un alcalde franquista de Mallorca en los años 50 a un inversor alemán. Así, en muchas partes, debajo del hormigón está la playa, la costa y el mar. Un pionero hotelito -fuera de normativa, de seis plantas y 60 plazas de Mallorca ha desaparecido bajo la piqueta. Un solar de unos 700 metros retornará al dominio público y en él crecerá un mirador marino, unos jardines. La arena regresará a su lugar con las olas. La demarcación de Costas de Baleares del Ministerio de Medio Ambiente ha tutelado durante semanas el derribo de una obra que fue un viejo y consentido abuso en el litoral público de Calvià, el Mar y Pins de Peguera.
El edificio con los cimientos en el agua y la cala incumplía de manera flagrante la Ley de Costas. La operación derribo ha sido asumida por la propiedad antigua y la nueva - internacional- del inmueble y del alto hotel anejo posterior, más moderno, que se pretende renovar. El dossier del caso resume las irregularidades y las autorizaciones "a título de precario, sin plazo limitado", se consignan la existencia de "con fotocopia borrosa" sobre "obras e instalaciones realizadas sin autorización" y finalmente se reiteran las obligaciones de liberar el terreno señalado por el deslinde.
Desde 1944 -fecha de la primera imagen chalet privado que fue el núcleo del hotel- hasta la última, de hoy 4 de febrero de 2011, la secuencia de fotos y datos es un ejemplo de cómo creció una parte del negocio del ocio de sol y playa, una industria de éxito. Un chaletazo, en los años 1960 pasó a ser un hotelito, en los años 75 ya era un hotel de postal de color con otro mayor detrás. Así fueron los inicios del turismo. Durante la Dictadura de Franco el negocio hotelero se extendió y en la zona aumentó el desembarco de contrabando de tabaco y que en los alrededores de Peguera existieron otros negocios sucios de explotación. El poder franquista hizo la vista gorda y consintió los excesos. Ahora la zona marítimo terrestre de la playa de Peguera invadido u ocupadas quedaran liberadas.
El geógrafo y funcionario Celestí Alomar, ex consejero socialista de Turismo de Baleares -el padre de la 'ecotasa' que el PP anuló-, es el jefe de Costas que ejecuta desde hace años la lenta aplicación la eliminación de construcciones ilegales en el litoral balear. Tumbó barracas en la misma playa de Ses Salines de Ibiza y el casón en el centro de Cala Tuent en Mallorca.
El comité permanente de la asociación Jueces para la Democracia (JpD) ha acordado exigir al Gobierno cambios en la legislación para que las personas que no pueden hacer frente al pago de la hipoteca puedan liberarse de su deuda entregando la vivienda a la entidad bancaria.
Esta decisión se ha acordado tras la sentencia dictada la semana pasada por la Audiencia de Navarra en esa línea, que según José Luis Ramírez, portavoz del colectivo de jueces, puede generar "opiniones discrepantes" en otros juzgados y una "situación preocupante para la seguridad jurídica" si no se modifican las normas.
Durante su reunión en Málaga, la directiva de JpD también ha pedido una regulación del endeudamiento de las familias para evitar que, cuando se encuentren en una "situación económica complicada", como la pérdida del trabajo por la crisis, un concurso de acreedores liquide su patrimonio y los lleve a la indigencia.
"Deben incluirse medidas de carácter social que ponderen los intereses del acreedor, pero también del deudor, que tiene que hacer frente al sostenimiento de su propia familia", ha asegurado Ramírez, quien alerta de que tras la liquidación del patrimonio pueden seguir existiendo deudas que sean heredadas por los hijos.
Los jueces han solicitado que se modifique el proceso de ejecución, para impedir que los inmuebles se subasten por un valor muy inferior al del contrato, ya que cuando el banco modifica la tasación para obtener un beneficio que pueda perjudicar al deudor, podría ser "constitutivo de un delito de estafa".
Asimismo, JpD considera necesario que los poderes ejecutivo y legislativo permitan que el juez que lleve el proceso de ejecución pueda moderar o suspender el devengo de intereses de demora durante el período de regularización de los plazos periódicos del pago de las cuotas del préstamo hipotecario.
RECORTE DE DERECHOS
En cuanto al ámbito social, el colectivo de jueces ha manifestado su preocupación por el recorte de derechos que, según él, ha supuesto la reforma laboral, ya que "no ha generado más empleo", ni ha solucionado los problemas de contratación y precariedad.
Respecto a las pensiones, Ramírez ha expresado que su financiación debe garantizarse por vía presupuestaria, sin repercutir el descenso de los ingresos en las prestaciones.
La asociación judicial ha exigido también que el Consejo General del Poder Judicial, la Fiscalía General el Estado y el Parlamento aclaren si en las revelaciones de Wikileaks sobre España las autoridades americanas, la Fiscalía y los jueces han acordado paralizar o influir en procesos en curso en la Audiencia Nacional.
Por otro lado, el comité permanente de JpD ha reclamando seriedad en el debate sobre los modelos lingüísticos de las comunidades autónomas con idioma propio, ya que se trata de "lenguas cooficiales que está al mismo nivel que el castellano" y que "no suponen un coste adicional", sino la "garantía a un derecho constitucional".
A nivel interno, la directiva ha acordado la creación de una estructura organizativa "que no existe en ninguna otra asociación judicial" y que permite una defensa "más eficaz" de las condiciones profesionales de los jueces y magistrados en el ejercicio de sus funciones.
Los llamados pisos de protección oficial son un tipo de viviendas, perfectamente delimitadas por la ley, pensadas para aquel segmento de la población que, por el coste de las unidades, no puede acceder al mercado libre, sobre todo en los tiempos de burbuja inmobiliaria. Además de las administraciones, hay otras entidades que realizan este servicio a la sociedad, tales como empresas privadas, sindicatos y asociaciones de vecinos. Una de estas fincas, en concreto un edificio de protección oficial levantado por Llar Unió Catalonia, la cooperativa de viviendas de la UGT, a menos de 30 metros de la avenida de Icària, la rambla de la Vila Olímpica, reúne una selecta comunidad de vecinos, nada menos que parte de la cúpula del mismo sindicato que levantó el edificio sobre terreno municipal.
Según consta en la documentación consultada por EL PERIÓDICO, entre los dueños de los pisos se halla el actual secretario de Organización de UGT-Catalunya, Jordi Camallonga; Ramon Cebrian, secretario general de la federación se Servicios Públicos, y María Helena Álvarez Suárez, sin cargo en el sindicato y hermana del secretario general, Josep Maria Álvarez. Aparece, también, algún otro miembro destacado del sindicato, como el responsable municipal de Programas de la Oficina de la Vivienda municipal, Enric Cremades. Para la otorgación de estos pisos de protección oficial, el nivel de renta de los demandantes es, obviamente, clave. Ninguno de los documentos analizados permite sospechar que, si bien el uso y disfrute de los pisos por parte de la cúpula del sindicato no es precisamente la motivación que sustenta la existencia de viviendas de protección oficial, se haya cometido ningún tipo de irregularidad.
TERRAZA DE 60 METROS / El edificio en cuestión tiene entrada por dos calles. La de Ávila, que da acceso a pisos de 80 metros cuadrados, y en el mejor de los casos terraza de 32, aparcamiento y trastero, y por el pasaje del General Bassols. Los inquilinos VIP -Camallonga y Álvarez Suárez- ocupan los pisos a los que se accede desde el pasaje y que cuentan con 90 metros cuadrados -en planta o dúplex-, una señora terraza de 57 metros cuadrados (ella) o un patio de 40 (él). Y, como todos, plaza para el poco sostenible coche y trastero.
No es lo único que une a los altos cargos y a la familiar. La compra la hicieron todos el mismo día, el 26 de septiembre del 2008.
Fuentes cercanas al secretario general de UGT-Catalunya señalaron que la adjudicación de estos pisos fue hecha por «sorteo». Es decir, que la graciosa composición de la comunidad de vecinos se debe, por tanto, al azar. Mantienen que el sorteo de esta promoción de viviendas se hizo junto con otras dos y que el piso finalmente adquirido por María Helena Álvarez Suárez, la hermana, no era «su primera opción». Josep Maria Álvarez ocupa ahora el piso en que, precisamente, vivía su familiar antes de mudarse a la Vila Olímpica.
CRITERIOS DE ADJUDICACIÓN / Los criterios de adjudicación que se siguieron entonces, aun vigentes en las promociones que sigue haciendo la entidad sindical, van en función de los puntos que se adjudican a cada demandante en función de los años de antigüedad como militante y de los años que hace que se halla en lista de espera. Establecidos los distintos niveles por los puntos, se procede a un sorteo entre iguales.
El solar donde se levantó el edificio -cuyas obras finalizaron en el 2008- fue cedido por el ayuntamiento al sindicato. La ordenación urbanística del 22@ obliga a ceder una edificabilidad de 0,3 metros cuadros de techo por metro cuadrado de solar al ayuntamiento para la construcción de vivienda pública.
Según consta en los documentos, y prevé la ley, al cabo de 15 años de la fecha de adjudicación del piso -pagado siempre a un precio muy inferior al de mercado- los propietarios podrán solicitar que se recalifique su vivienda y podrán venderla libremente. Es decir, en el caso de los altos cargos, a partir del 26 de septiembre del 2023.
El piso en la zona más barato que este diario ha encontrado en una web inmobiliaria (93 metros cuadrados, sin terraza y con párking) está a la venta ahora, febrero del 2011, tras meses de descenso de los precios, por 450.000 euros. El precio de mercado de las viviendas, en septiembre del 2008, cabe pensar que era sensiblemente superior.
Pagas como mucho un depósito de 6.000 o 12.000 euros por la casa. Sin bancos de por medio. Luego abonas una cuota de 300 a 700 euros mensuales, como un alquiler pero más barato y que te da derecho a usar la casa como quieras sin límite en el tiempo. No puedes venderla ni alquilarla, pero sí darla en herencia. Si te cansas, si te quieres ir, te vas; no hay hipoteca que te persiga. Dejas de pagar la cuota y, además, se te devuelve el depósito con la subida del IPC incluída.
No es ninguna ocurrencia trasnochada; es el proyecto de Sostre Cívic, una organización que lleva más de 5 años trabajando por encontrar un nuevo modelo de acceso a la vivienda que no dependa de la especulación y el abuso de inmobilarias, bancos y mercados. El modelo de Sotre Cívic no solo suena bien sino que ha pasado todos los filtros de rigor empresarial de Ashoka, una red internacional de filantropía que financia ideas de economía social con criterios muy exigentes.
El modelo tiene precedentes en Dinamarca o Alemania y nombre propio: cooperativa de uso. Eso significa trascender las cooperativas que se organizan solo para constuir y mantener la autogestión también durante el tiempo en que se vive en el edificio. Es una figura que no encaja bien en la mayoría de las leyes de vivienda que existen en España, con lo que Raül Robert, responsable de Sostre Cívic, se ha pasado los últimos cuatro años no construyendo y gestionando viviendas – como le habría gustado – sino “convenciendo a los técnicos de los Ayuntamientos y a los políticos de que esto tiene sentido, haciendo alegaciones a la actual ley de vivienda de Catalunya y promoviendo cambios en las normativas”. Su trabajo de pedagogía política dio frutos en marzo de 2010, cuando las leyes cambiaron para dar sitio al “derecho de uso” como fórmula que no es usufructo ni alquiler.
Las cajas han cumplido la petición del Banco de España para desnudar su balance y mostrar con claridad cuál su exposición al riesgo inmobiliario. La conclusión es que ese riesgo es muy elevado y está solo parcialmente cubierto, con lo que el sector necesita recapitalizarse para mejorar su solvencia. Los nueve grupos de cajas que han protagonizado procesos de integración suman 76.500 millones en activos que el Banco de España considera potencialmente problemáticos, con unas coberturas por solo un tercio de ese riesgo. Si se suman las cajas que no han participado en procesos de integración, la cifra es de casi 93.000 millones, sin contar los créditos ya fallidos. Faltan por publicarse las cifras de Caja3, que puede añadir entre 1.500 y 2.500 millones al total.
Las cajas fusionadas tienen inmuebles adjudicados de acreedores por 30.820,8 millones, siempre sin contar Caja3. El total del sector suma 38.000 millones, incluyendo los 4.651 millones en inmuebles de La Caixa, que dejará esos activos en otra sociedad cuando cree CaixaBank para que este nazca sin el lastre del ladrillo. La fuerte presencia de inmuebles en los balances de las cajas es una de las causas de preocupación entre los inversores internacionales sobre la salud del sistema financiero español.
Especialmente preocupante es que el conjunto de las cajas tiene más de 17.200 millones en suelo, un activo muy ilíquido y que se ha depreciado enormemente. Además, suman 43.300 millones en créditos en los que la garantía es también suelo. La mayor concentración se da en los grupos de cajas fusionadas. De nuevo, la mayor concentración se da en los grupos de cajas fusionadas.
Los datos muestran cómo Banco Financiero y de Ahorros, el grupo de cajas liderado por Caja Madrid y Bancaja y presidido por Rodrigo Rato, se ha convertido en la mayor inmobiliaria española y el mayor propietario privado de suelo.
Su tamaño y su gran exposición al sector promotor la han llevado a acumular en su balance activos inmobiliarios adjudicados a las entidades de su grupo por un valor neto contable de 7.402 millones, tras aplicar una cobertura del 33%. Eso quiere decir que el valor bruto de esos activos supera los 11.000 millones, muy por encima del resto de las cajas y de las principales inmobiliarias. La enorme cifra se debe sobre todo a Bancaja y ha llevado a la entidad a plantearse incluso crear un banco malo con sus activos inmobiliarios, siguiendo la estela de La Caixa.
De los más de 11.000 millones en inmuebles del grupo, cerca de la mitad corresponden a suelo, con un importe original de más de 5.000 millones. Ante la posible pérdida de valor de esos activos, la caja ha provisionado el 41%, pero el suelo procedente de los promotores sigue figurando en el activo de la entidad con un valor neto contable de 3.016 millones.
A los adjudicados inmobiliarios, Caja Madrid suma una financiación al sector por 41.280 millones, con 15.100 millones entre morosos y subestándar (están al corriente de pago, pero el Banco de España considera que tienen un especial riesgo de mora).
Así pues, del total de activos inmobiliarios de Banco Financiero y de Ahorro, la cantidad que se clasificaría como "potencialmente problemática" de acuerdo con los criterios del supervisor ascendería a más de 26.000 millones, una cifra sin parangón en todo el sistema financiero español. El grupo presidido por Rato tiene dotadas coberturas específicas por un 32% de ese riesgo inmobiliario, ligeramente por encima de la media de las fusiones de cajas. Banco Financiero y de Ahorros tiene créditos a promotores por 13.600 millones en los que la garantía es suelo.
La siguiente en la lista es Banco Base, la entidad liderada por Cajastur, que ha asumido sobre todo los adjudicados de la CAM y por la cartera de la antigua Caja Castilla-La Mancha. Aunque sus coberturas son aparentemente bajas, tiene un colchón (esquema de protección de activos) por los acuerdos para absorber CCM.
Con todo, las entidades con más presión por el riesgo inmobiliario (dada su exposición relativa, sus coberturas y su tipo de activos) son Unnim, Caja España-Caja Duero y Novacaixagalicia, según un análisis conjunto de los datos.
Como regla general, las cajas que han permanecido independientes tienen menor exposición al ladrillo que las que han participado en procesos de integración. Eso muestra que el proceso de concentración ha estado guiado por la necesidad más que por el deseo.
El reciente auto judicial que considera liquidado un préstamo hipotecario con la devolución de la vivienda al banco que lo concedió ha reabierto el debate sobre la legislación española. Ahora sucede que cuando un piso sale a subasta se adjudica casi siempre por un precio inferior a la deuda, por lo que el banco sigue persiguiendo al moroso contra todos sus bienes hasta cubrir lo que queda pendiente. Lo que por primera vez ha dicho la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra es que, como en su día BBVA tasó la vivienda muy por encima de la deuda que reclama, esta se considera saldada y solo se pueden exigir las costas del proceso y la liquidación de intereses.
La imagen del ciudadano que entrega sus llaves para liquidar la hipoteca ha sido muy habitual en Estados Unidos, donde el comprador solo responde con el bien hipotecado. En España sucede, pero puede no bastar. La clave está en quién asume el riesgo: en EE UU, lo hacen mayoritariamente las entidades financieras -aunque luego lo externalicen-, mientras que en España se lo queda el comprador. Ninguno de los dos países arroja un resultado alentador: ambos han terminado con un derrumbe inmobiliario y con el sistema financiero en crisis, mientras que miles de ciudadanos siguen acuciados por la posible pérdida de su vivienda.
Aunque la justicia tiene sus ritmos y la jurisprudencia solo la establecen dos sentencias similares del Tribunal Supremo, no es aventurado pensar que se pueden volver a dictar resoluciones similares, pues solo en 2010 se embargaron en España 180.000 viviendas, según el Consejo General del Poder Judicial. Ayer mismo se conoció otro auto novedoso dictado por el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Barcelona que también considera saldadas con la venta de la vivienda todas las deudas pendientes, no solo la hipotecaria, que mantenía una pareja de jubilados que se declaró en concurso de acreedores.
CiU propuso en diciembre que se debatiera una modificación de la Ley Hipotecaria en la línea de esas dos resoluciones, de manera que las entidades bancarias dejen de actuar contra el patrimonio del deudor si entrega la vivienda. Iniciativa per Catalunya también presentó una iniciativa similar en el Parlamento catalán para que fuera trasladada al Congreso.
El Gobierno siempre se ha opuesto a que la devolución del piso al banco liquide el crédito, lo que técnicamente se denomina dación en pago, pero, como recuerda la Audiencia de Navarra, el artículo 3 del Código Civil establece que las normas se interpretarán según la realidad del tiempo en el que han de aplicarse. Por eso, el tribunal entiende que es "moralmente rechazable" que el banco alegue la pérdida de valor de la finca para seguir persiguiendo al moroso por la hipoteca impagada, cuando esta no se hubiera concedido si el valor real de la vivienda garantizaba el préstamo. Y además, el tribunal recuerda que esa pérdida de valor "es directamente achacable a la crisis económica, fruto de la mala praxis del sistema financiero".
La abogada del bufete de Garrigues Isabel Arias admite que en ocasiones ha habido "tasaciones infladas" por parte de los bancos, pero añade que eso no se ha dado en todos los casos. "Lo que es duro es que si nadie acude a una subasta, de acuerdo con la ley la entidad se puede quedar con el bien por el 50% de su valor", prosigue. Y advierte de que si sentencias como la de Navarra se repiten, las entidades financieras acabarán por endurecer el acceso al crédito hipotecario.
El debate político y jurídico, pues, no ha hecho sino empezar. El 21 de febrero se reunirán los secretariados de Jueces para la Democracia y la Unión Progresista de Fiscales, para, entre otras materias, aprobar una propuesta conjunta de modificación de las leyes procesales y facilitar en algunos supuestos que las daciones en pago permitan liberar al deudor cuando pierde el piso, así como considerar las situaciones en caso de insolvencia.
"Las daciones en pago se dan cada día en España", recuerda el catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra José García Montalvo. Algunas entidades financieras llevan tiempo ofreciéndolas a los clientes que no pueden hacer frente al pago de su préstamo. Fuentes financieras explicaron que el banco puede recuperar el impago por vía hipotecaria o judicial. La primera es la más habitual, pero si el valor del bien ejecutado no es suficiente, se puede recurrir a completar el cobro con otros bienes patrimoniales del deudor. Pero no todas las entidades bancarias pueden permitirse perseguir a los impagados, ni que su tasa de morosidad escale sin cesar, por lo que a veces se opta por adaptar la cuota a las necesidades del cliente y, en otras, por una dación en pago.
No todas las entidades están ahogadas en el mismo grado por la morosidad, y tampoco existe una estrategia general. Prueba de ello es que algunas administraciones, como la catalana, han intentado alcanzar acuerdos para que, en caso de impago, los bancos y cajas se queden el piso a cambio de que el deudor continúe como inquilino. Pero esa opción prosperó en contadas ocasiones. Una de ellas es precisamente el auto dictado por el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Barcelona referido al matrimonio de jubilados. La vicepresidenta segunda, Elena Salgado, advirtió a principios de mes que la fórmula de la dación en pago para saldar la deuda es "difícil" que se lleve a cabo, puesto que pondría en "riesgo" a las entidades financieras. Aun así, Salgado criticó la imprudencia de las entidades que durante el boom concedieron préstamos a perfiles de alto riesgo y a familias que no previeron la imposibilidad de asumir la deuda contraída.
García-Montalvo recuerda que el modelo español y estadounidense son radicalmente distintos. La clave es quién concentra el riesgo. En Estados Unidos lo hacen los bancos; en España, el consumidor. "En EE UU basta con la devolución de las llaves. En España no es así", asegura. Además, las entidades norteamericanas también mantienen el riesgo de los tipos de interés. García Montalvo recuerda que la mayoría de los contratos allí son a un tipo de interés fijo -más caros pero seguros- y a 30 años, mientras que en España el 96% son a tipo variable. Pero la crisis financiera empezó rompiendo las costuras del sistema norteamericano. Allí las entidades financieras acabaron "convirtiendo las hipotecas en productos financieros y vendiéndolas en el mercado. Y para dar liquidez a estos paquetes, empezaron a recomprar parte de ellos", recuerda García-Montalvo. Ahí surgió la crisis de las subprime.
El Juzgado de lo Mercantil número 3 de Barcelona ha considerado saldadas las deudas pendientes que todavía mantenía con la banca y otros acreedores una pareja de jubilados en concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos), después de que no consiguieran cubrir todos los pagos con la venta de su vivienda.
El auto, que ha pasado a ser firme porque no ha sido recurrido, es el primero conocido en España que impide que los acreedores puedan seguir exigiendo de por vida a unos particulares insolventes el pago de las deudas pendientes, cuando ya no tienen activos que enajenar.
El auto del magistrado José María Fernández Seijo analiza el caso de un matrimonio de jubilados, que entró en concurso de acreedores en 2007, y que no pudo pactar un plan de pagos, lo que les obligó a liquidar sus bienes.
Fernández Seijo interpreta que las deudas pendientes de pago se deben extinguir "una vez que se han agotado todas las vías" para satisfacer a los acreedores que contempla la Ley Concursal (la que se aplica a los concursos de empresas y particulares), que básicamente pasan por vender todos los bienes.
Las cuentas de La Caixa, caja que en pocos meses será banco, reflejan con fidelidad el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. La entidad ha provisionado en un 50% los pisos que tiene en cartera respecto a la valoración del momento de compra. Para gestionar este riesgo, ha trasladado sus adjudicados (3.650 millones) a un banco malo.
Las cuentas de La Caixa, caja que en pocos meses será banco, reflejan con fidelidad el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. La entidad ha provisionado en un 50% los pisos que tiene en cartera respecto a la valoración del momento de compra. Para gestionar este riesgo, ha trasladado sus adjudicados (3.650 millones) a un banco malo.
Isidro Fainé y Juan María Nin, presidente y director general de La Caixa, tuvieron esta mañana una de las ruedas de prensa más importantes de la larga historia de la mayor entidad financiera del país en banca minorista. En ella, los directivos explicaron que La Caixa dejará de ser una caja para convertirse en un banco y así poder acceder con más facilidad al capital y cumplir con los estrictos mandatos de Basilea III.
Uno de los principales cambios en la estructura organizativa de la caja-banco es que la cartera de activos adjudicados (inmuebles que se queda la entidad por impago del cliente) se traslada de forma íntegra a la sociedad Servihabitat, a la que el director general ha calificado en un momento de la comparecencia ante los medios como “banco malo”. Es decir, una sociedad que se queda con los peores activos de La Caixa.
El tamaño de esta entidad es considerable: 3.650 millones de euros en activos netos. Una cifra que sería muy superior si los activos que la componen se computasen a precios de tasación originales, cuando se concedieron los créditos en pleno boom del ladrillo patrio. Fainé ha reconocido que los pisos están a un 50% de tasación original, mientras que el suelo está al 40%.
Por lo tanto, el grupo financiero con sede en la Diagonal barcelonesa reconoce que los precios de estos activos se han depreciado en los porcentajes descritos. Según la presentación de La Caixa, 1.723 millones de euros se corresponden con inmuebles acabados, mientras que 1.774 millones son suelo, el activo más ilíquido en el actual momento. La cobertura media es del 25%.
La entidad catalana mantiene una gestión activa de este ladrillo, ya que cuenta con una cartera de alquiler de 2.615 inmuebles (707 millones de euros), con una rentabilidad del 3% anual y un ratio de ocupación del 83%. Además, ha vendido cerca de 1.000 millones de euros en 2010, aunque la caja-banco no ha descifrado la cantidad de inmuebles que se adjudicó en el mismo periodo.
“La actividad inmobiliaria está en el holding debido a que los precios son muy rabiosos”, dijo Juan María Nin. “Hay gente de fuera que quiere hacer negocio inmobiliario […] podemos hacer una alianza con alguien de fuera”, añadió el presidente en al menos un par de ocasiones durante la presentación. “Esto será un negocio […] el 70% de los solares que tenemos son buenos”.
En todo caso, Nin reconoció poco antes de la conclusión de la rueda de prensa que aún queda algo de margen en la caída del precio de los inmuebles (Servihabitat tiene nada menos que 12.000 pisos en cartera, una ciudad del tamaño de Ávila). Además, el director general comentó que se piensa en una futura salida a bolsa de este banco malo, aunque “a larguísimo plazo”.
EXPOSICIÓN AL LADRILLO EN EL BALANCE
El nuevo banco de La Caixa nace, por lo tanto, sin la cartera de adjudicados en balance, por lo que no tendrá que hacer más provisiones a futuro de estos activos. Lo que no implica que de continuar la crisis del sector inmobiliario el nuevo banco tenga que adjudicarse más viviendas y, lógicamente, sanearlas según marca el calendario impuesto por el Banco de España.
La caja-banco catalana tiene una exposición al negocio promotor de 26.300 millones de euros, de los que algo más de 20.000 millones son empresas de mediano o pequeño tamaño. La mora de la totalidad de la cartera es del 15,5%, aunque la incidencia de los impagos es del 22,3% en los 6.000 millones de euros en crérditos a las grandes promotoras. La cobertura total es del 66%, y del 144% con las garantías hipotecarias.
Estos altos niveles de morosidad contrastan con una tasa de impagos más contenida en el conjunto de créditos (3,71%), lo que demuestra la escabechina en el ladrillo español en apenas tres años de crisis financiera. La Caixa ha constituido provisiones por 2.651 millones de euros en 2010, de las que 1.454 millones son recurrentes y 1.197 millones entre extraordinarias y para cubrir riesgos futuros.
A pesar de este esfuerzo, La Caixa ha mantenido incólume su colchón de genérica, que se mantiene en los 1.835 millones gracias a que ha compensado parte de los saneamientos extraordinarios con las plusvalías de la venta del negocio asegurador Adeslas a Mutua Madrileña, el traspaso de Agbar y algunas operaciones de menor calado. Por otro lado, la absorción de Caixa Girona incrementó la mora en 627 millones en el cuarto trimestre.